lunes, 15 de agosto de 2011

La maraña



Hay noches que me enmaraño,
me enredo huraña en los recuerdos,
juego a tejer historias que no suceden,
corto, coso y pego suspiros por toda la habitación.

Hay noches propiedad de la melancolía,
y es lícito aovillarse entre las mantas
y soñar con caminos no recorridos,
y negar al sol por la mañana.

Hay rincones del cuarto
donde nunca llegará su luz.

Y así está bien.

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