La mayor fuente y objetivo de cicatrices
es el corazón.
Rematadas con pulso tembloroso algunas,
otras con hilo suelto,
algunas cosidas sobre otras.
Remiendos de historias dulces y tristes,
o parcheados de inconformismo y autodeterminación.
Algunas más que un zurcido son un bordado.
Un recuerdo dorado que adorna el miocardio
con su brillo y belleza.
Somos muñecos remendados por nosotros mismos.
Jugamos con la Casualidad y el Destino
como si su estela dependiese de nuestros pasos.
Recogemos luz y oscuridad en nuestras manos
como si fuesen flores silvestres al borde del camino.
Y danzamos al compás de la música
de una caja que damos cuerda en nuestros sueños.
Imagen de Pesadilla antes de Navidad |
http://observando.net/post/29863153268 |
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