It´s the end of the world as we know it

Qué bien sienta el aire fresco. Una se llena los pulmones y luego los bolsillos (por si se acaba poder echar mano rápida).
Y respirando, una tras otra, han ido corriendo las manecillas del reloj. Casi sin darme cuenta a veces, otras dolorosamente conscientes.

El caso es que según especialistas agoreros puede que este sea el último día de esta chapuza adorable de mundo.
Yo me lo he pasado metidita en casa con mi gata, como he hecho los últimos días. Miento, no sólo con mi gata. Dos visitas han invadido los rincones de mi ca(os)sa . Hemos comido galletas, fajitas mexicanas y compartido paquetes de pañuelos de papel. Lo compartido bien sabe, tanto bueno como malo.

Y qué leches. Si se tiene que acabar, cerraremos el libro y nos iremos a dormir. Apuraré el último trago con un salud! y con un gracias a todos mis compañeros de mesa.
Me quedo con los ecos de las risas retumbando en los oídos. Por todos los momentos bonitos que hemos compartido juntos. Porque me lo he pasado estupendamente.
Por vosotros. Chin chin.

(Se ruega dar a reproducir antes de pasar a las fotos)

Y si no se acaba... pues lo celebraremos mañana con otro brindis. Por muchos años :)