You can leave your hat on

Puedes dejarte el sombrero puesto.
Despójate de lastres innecesarios
que te hundan en la corriente diaria.
De prejuicios, de miedos,
de palabras envenenadas de bocas que debieran ser mudas.

Déjate el sombrero puesto.
Pero sólo si es transpirable.
Para que deje entrar aire fresco
y permita el tránsito libre de ideas.

Déjate el sombrero puesto.
Y sujétalo con fuerza en los días de vendaval,
para que no se lleve tu conciencia volando,
lo más valioso de tí misma, tu coherencia.

Porque en este mundo
globalizado-uniformado-deshumanizado,
más vale que conserves
la coherencia grabada a fuego
aunque debas calarte el sombrero
hasta por debajo de las cejas.


Fotografía, muñeca y estilismo de Verónica Ruiz Gómez