Me enamoré un poco
de tus ojos verdes
y de tu sonrisa socarrona.
Porque chico, siempre he amado los riesgos.
También me enamoré
de tu pelo negro,
de tu piel blanca.
Noche y luz al mismo tiempo
en tus ademanes de muñeca.
Porque no hay cuerpo más bello que el femenino.
Me enamora al mismo tiempo
tu mirada de khol,
misterio y elegancia,
fetiche de labios rojos.
Porque las promesas ocultas son siempre las mejores.
Me enamoro, me desenamoro.
Me enamoro, me desenamoro.
Soy un corazón con mucho espacio y movimiento
que sólo regala el loco amor que le sobra.
Y es que hay alguien, que me da la mano,
que lo convierte en una borla tierna
de plumas de paloma.
El núcleo duro de todos mis afectos.
*Fotografía realizada por Elektra Natchios, editada por mí*
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